Otra comedia tonta de narcos; ‘Yo No Soy Mendoza y esto no es Fernando Gaitán. Esta es mi triste crítica de esta producción, la última de Fernando Gaitán. Sí, dicen que es «la última», pero dejó montones. Esta es la más reciente del difunto libretista Fernando Gaitán, aunque debe estar revolcándose en su tumba.
El primer capítulo, cuando secuestran a este hombre y lo hacen pasar por Mendoza, estaba buenísimo: la trama era espectacular y yo estaba feliz. Hasta que llegó el mundo narco en el capítulo 2 y ya… pico y chao, mi amor; empaque y vámonos.
Creo que está mal contada; debieron haber planteado desde el comienzo la trama: una mujer colombiana se enamora de un mexicano, los dos con mucho dinero, pero él se roba la plata de la familia de ella y de la de él, y a ella le toca buscar un doble que lo reemplace, porque si no, los van a matar. Y el hombre que secuestran tiene novia y también se va a casar, y, obviamente, no se pueden casar dos veces. La historia suena súper bien, pero la contaron al revés, enredadísima.
A mí me gusta Laura Gondoño, pero creo que en el humor no tanto; mejor que sigan con el drama. Vadhir Derbez lo hace muy bien, pero muchas veces cae en el ridículo.
Escenas tontas, ridículas, escatológicas, que caen en lo absurdo; esto jamás lo hubiera aceptado Fernando Gaitán cuando trabajé con él, no le gustaba nada de esto.
Esa mezcla de colombianos hablando mexicano, mexicanos hablando colombiano, colombianos en México, mexicanos en Colombia… eso es un enredo absurdo. Nunca ha funcionado y creo que nunca funcionará.
En serio, se llama ‘ Su Nalgazo’ ; ¿pueden creerlo? Un personaje se llama así. No da risa, ¿no me da risa? ¿Será que en México sí les da risa?
Y el personaje de Tocayo, Tóxico, Cansón… ay, no, ¡fastidioso!
Todos los colombianos no somos tóxicos; bueno, no todos.
¿Oíste? ¿Hay algo bueno? Sí: la historia de amor; ellos dos sí tienen buena química, aunque se dan un beso verdadero hasta el capítulo 15.
También me gustó la historia de los amigos del protagonista, de la oficina de cobranzas: genial.
También me gustó la trama Gay entre el amigo de Julian y el director del Casino, aunque es el mismo estereotipo de siempre: él no se acepta y el otro sufre porque no puede besarse en público.
La verdad, he tenido mucha, muchísima paciencia. Ya voy en el capítulo 26, pero ¿saben qué hago? Adelanto, adelanto, adelanto para ver si quedan juntos o, si no, ¿qué pasa? Porque, ay no, tienen muchas escenas que… cuarenta capítulos, ay, mi amor, hubieran puesto ocho o diez y ya.
‘Yo no soy Mendoza’ no está en el top 10 de lo más visto de Netflix en Colombia. ¡Qué suerte tan horrible!
Yo no soy Mendoza, esto no es Gaitán y a mí no me gustó. Espero sus comentarios acá.
Yo soy Carlos Ochoa. ¡Hasta la próxima! ¡Qué suerte tan mala!
